Lentes para interior: ¿qué son y cómo usarlos?
Los lentes de interior son necesarios, como su nombre lo indica, para dar uso en espacios cerrados y desgastar menos la vista por diferentes motivos. La iluminación es un elemento que afecta la calidad de la visión. Los ambientes abiertos o cerrados tienen características lumínicas distintas.
Por tanto, se trata de un factor a considerar cuando vas a seleccionar las gafas adecuadas. Si estás mucho tiempo en espacios cerrados debes probar unos lentes para interiores.
¿Qué son los lentes para interior?
Los defectos de visión más comunes son ocasionados por una refracción incorrecta de la luz en el ojo. En consecuencia, es clave garantizar que los haces lumínicos lleguen a la retina sin ningún inconveniente. En este sentido, se usa lentes para interior.
A veces el entorno juega en contra de este objetivo. Los lugares cerrados, con poca luz natural, pueden generar problemas adicionales aunque se usen los lentes correctivos formulados por el oculista. En estos casos se requiere de unos cristales especiales.
Los lentes de interior están pensados para mejorar la visión en sitios donde no incide la luz natural de manera directa. Si bien el ojo es capaz de adaptarse a distintos niveles de iluminación, requiere de un rango de tiempo para lograrlo. A esta facultad se le denomina luminancia de adaptación.
Lo que hace este tipo de cristal es reducir el esfuerzo ocular para acoplarse a la escasez de luz o a los cambios lumínicos que pueden presentarse en ámbitos cerrados. Los lentes para interiores se encuentran fabricados con materiales y diseños que proporcionan una buena visión inmediata en estos lugares.
¿Se puede usar lentes para interior?
Absolutamente. De hecho, están recomendados para cualquier persona que realice tareas laborales o educativas en interiores. Dependiendo de las necesidades particulares, se prescriben unos lentes para interiores con cualidades específicas en cuanto al color y la confección:
- Lentes con aumento: suministra un campo de visión amplio para trabajos que ameritan precisión y cuidado en sitios de baja iluminación. Aumenta la relevancia en los detalles a distancias no mayores de un metro.
- Lentes para pantalla: idóneos para profesiones u oficios que requieran exposición constante a un computador en oficinas cerradas. Mejoran la nitidez y profundidad de los objetos hasta los dos metros de distancia.
- Lentes para ver lejos: elaborados para realizar actividades que exijan una visión mucho más lejana que una pantalla. Estos lentes para interiores proporcionan comodidad en objetos que están muy cerca o muy lejos.
Hay otras micas aún más especializadas que determinan su utilidad por el color. Las gafas naranjas neutralizan los tonos violáceos y azules de los dispositivos electrónicos. Los de tonos verdes se emplean para hacer trabajos de soldadura.
Los ámbar son perfectos para interiores poco iluminados y los transparentes se usan para producir mayor agudeza visual. Los lentes oscuros para interiores minimizan el encandilamiento por cambios bruscos de luz.
Ventajas de los lentes para interior
Por supuesto, este tipo de lentes de interior tienen beneficios. Entre ellos se incluyen:
- Reducen la fatiga ocular: La fatiga ocular es un fenómeno frecuente, sobre todo en contextos de encierro o extremo uso de tecnologías. Este tipo de lentes existen porque minimizan el intento del ojo para adaptarse a condiciones de baja intensidad lumínica. Contribuyen a generar un efecto adaptativo casi inmediato reduciendo también los dolores de cabeza.
- Disminución de riesgos: Los lentes para interiores mitigan la propensión a accidentes ocasionados por visión deficiente. Aumentan la confianza para realizar acciones de precisión y alto riesgo en lugares con poca luz.
- Minimización de defectos: el esfuerzo continuo y sistemático por mejorar el enfoque en sitios con escasa iluminación puede ocasionar defectos oculares permanentes. Las gafas de interiores evitan que esto suceda.