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Lentes monofocales vs. lentes progresivos

Dentro de la tecnología óptica hay un amplio catálogo de cristales para corregir distintos tipos de disfunciones visuales. Pero la disyuntiva suele surgir entre dos clases de micas específicas: lentes monofocales vs lentes progresivos.

En esta ocasión explicamos las características de cada una de ellas para que sepas cual te conviene. Se trata de lentes especialización para usos de usos concretos según la condición de la vista de cada usuario.

¿Qué son los lentes monofocales?

Primero, empezaremos por definir qué es monofocal. Este término se interpreta por sí mismo, pues “mono” significa “uno” y “focal” hace alusión a “foco” o “visión”. Dichos lentes se caracterizan por rectificar defectos de visión en un tipo de enfoque.

En este sentido, las gafas monofocales funcionan para ver de cerca o de lejos. Sin embargo, no son aptas para mejorar la visión en casos que refieren dificultades para visualizar objetos en las dos distancias mencionadas.

Los cristales monofocales tienen la misma formulación en toda su superficie. Es por esta razón que sólo atienden una condición a la vez. Si el paciente empieza a tener inconvenientes para ver en ambas distancias, es probable que necesite dos lentes monofocales con distinta fórmula.

De ese modo, tendría unos lentes monofocales para ver de cerca y otros de lejos que puede ir ajustando a sus requerimientos. Aun así, existe una opción adicional que desarrollaremos en esta comparación de lentes monofocales vs lentes progresivos.

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¿Qué son los lentes progresivos?

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Los lentes progresivos, a diferencia de los monofocales, sí ofrecen una formulación integrada. Están pensados para que el ojo pueda realizar tres enfoques: cerca, intermedio y lejos. Para ello, se emplea un diseño con las siguientes cualidades:

  • Parte superior del cristal: destinada a ver de lejos.
  • Parte media del cristal: que sirve para ver a distancia intermedia.
  • Parte baja del cristal: con fórmula para ver de cerca.

Con las lentillas progresivas se obtiene una gran variedad de enfoques, lo cual permite desempeñar cualquier tarea sin hacer cambios de gafas. Debido a esta características, se conocen en la jerga común como lentes multifocales.

La apariencia de las micas progresivas puede confundirse con las monofocales porque no presentan ningún relieve que demarque las distintas zonas de enfoque. Por ende, los lentes multifocales requieren de un periodo de adaptación.

A pesar de su comprobada efectividad, los cristales de esta clase tienen unas áreas marginales a los lados sin fórmula. De modo que el usuario debe tomar experticia con los lentes en un proceso de aprendizaje que suele ser corto.

¿Cuál tipo de lente conviene para cada usuario?

Como estamos realizando una comparación de lentes monofocales vs lentes progresivos es importante precisar sus condiciones de uso. El aspecto decisivo es: ¿para qué defectos oculares están indicados? Es una pregunta que nos dedicaremos a responder a continuación:

Lentes monofocales

Están prescritos para personas con las características que se especifican:

  • Problemas para ver de cerca o de lejos.
  • Miopía, hipermetropía y astigmatismo.
  • Usuarios hasta los 40 años de edad.

Lentes progresivos

Se encuentran indicados para usuarios que presenten estas cualidades:

  • Inconvenientes para ver de cerca y de lejos.
  • Presbicia combinada con miopía, hipermetropía y astigmatismo.
  • Usuarios a partir de los 40 años de edad

Las gafas progresivas pueden flexibilizar el rango etario si un paciente jóven presenta una disfunción visual tan grave que empieza a tener problemas para ver lejos y cerca. En esa situación se puede optar por unos lentes multifocales para corregir la vista cansada. Esto ayuda a atender varios tipos de desórdenes simultáneamente.

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